El coaching es una disciplina de síntesis, un proceso de entrenamiento y aprendizaje, que se sitúa en la esfera de la acción y de la aplicación. Se basa en la relación profesional continuada con el coach, que te ayudará a que obtengas resultados en tu vida, profesión, empresa o negocio. A través de este proceso, podrás profundizar en tu propio conocimiento, aumentar el rendimiento y mejorar la calidad de vida.
El coaching es un proceso de aprendizaje dinámico que aborda cuestiones técnicas y psicológicas. Uno de los ámbitos de trabajo en el coaching personal es la gestión del tiempo, la gestión de los conflictos, de las creencias y de los hábitos, la gestión del estrés y de las emociones. Su objetivo es que progreses de forma rápida y eficaz y alcances una autonomía en la resolución de los problemas importantes y cotidianos.
El coaching te permitirá aligerar el peso de la vida personal y profesional con un estilo de vida más confortable en todos los aspectos en el menor tiempo posible.
El concepto de Coaching es amplio, y para evitar confusiones se establecen ciertos límites para reducir el ámbito de actuación. No es lo mismo trabajar para el desarrollo de una persona que para trabajar con un directivo de una empresa. Debido a esto, existen diferentes tipos de Coaching en función del área de trabajo:
Coaching Personal: También llamado Life Coach, hace referencia al Coaching de habilidades para la vida diaria. Se trabaja en los proyectos de vida, la misión personal, los objetivos, las estrategias para el cambio, etcétera. Este tipo de Coaching persigue el bienestar de la persona en los diferentes ámbitos de la vida.
Coaching Organizacional: Se puede dividir en dos tipos de Coaching diferentes:
Coaching Empresarial: Se dirige a organizaciones o empresas en general y no sólo a los ejecutivos. Incluye temas como el empoderamiento, la gestión del tiempo, favorecer las relaciones entre los trabajadores, la productividad, la satisfacción de los clientes, el trabajo en equipo, etc.
Coaching Ejecutivo: Dentro de los tipos de Coaching organizacional, este tipo de Coaching está dirigido a altos ejecutivos. Hace referencia al desarrollo del liderazgo y explora las habilidades de dirección y de comunicación interpersonal, el rendimiento del personal, etc.
Coaching deportivo: El Coaching Deportivo trabaja principalmente la motivación y el desarrollo de todo el potencial del deportista. También trabaja el empoderamiento y las habilidades de liderazgo. En caso de lesión ayuda en el proceso de recuperación. Además, también trabaja con el entrenador y con los árbitros, y mejora el trabajo del grupo de deportistas, estableciendo, por ejemplo, objetivos a corto y largo plazo para los deportistas.
Además de los tipos de Coaching que se han expuesto arriba, a continuación se presentan diferentes tipos de coaching en función de los métodos que el coach utiliza en sus sesiones. Estos tipos de Coaching pueden ser individuales o grupales:
Coaching ontológico: Es un proceso orientado a la optimización del lenguaje, los procesos y las herramientas lingüísticas utilizadas por la persona. Su fin es la modificación y mejora en la manera en que los individuos se expresan. Se basa en el lenguaje y las emociones y utiliza las preguntas, conversaciones y el movimiento corporal para provocar el cambio.
Coaching Sistémico: Este proceso de coaching considera a la persona como parte de un sistema, es decir, no lo considera como un elemento aislado. Es de utilidad para analizar el impacto que tienen los actos de la persona en su entorno.
Coaching con Inteligencia Emocional: Este tipo de Coaching se basa en las aportaciones de Daniel Goleman sobre Inteligencia Emocional. El autoconocimiento y la manera de regular las emociones, es básico para conseguir el desarrollo personal y el bienestar. La inteligencia Emocional, si se maneja apropiadamente, es útil para el beneficio propio y ajeno.
Coaching Coercitivo: Se basa en seminarios de entrenamiento que afirman lograr un cambio profundo en la persona a través de sus técnicas de alto impacto. Este tipo de coaching ha sido objeto de mucha crítica por sus métodos utilizados. En nuestro artículo de “Firewalking: beneficios psicológicos de caminar sobre las brasas (la nueva moda del Coaching)” puedes ver un ejemplo.
Coaching con PNL (Programación Neurolingüística): Analiza cómo la persona interpreta y afronta la realidad (visual, auditiva, kinestésica) para ayudar a modificar ciertas conductas. Este tipo de coaching combina el Coaching con la Programación Neurolingüística.
Coaching Cognitivo: Este tipo de Coaching permite la transmisión eficaz de conocimientos en el proceso de Coaching. Tiene en cuenta el entrenamiento de las funciones cognitivas; las funciones expresivas y receptivas, la memoria, el aprendizaje y el pensamiento.
Muchas personas consideran que los coach son psicólogos que han dejado su consulta para ejercer su profesión en escuelas y empresas. Creen que, en el fondo, no existe una gran diferencia entre las dos profesiones.
Sin embargo, dichas diferencias no sólo existen sino que, al mismo tiempo, marcan el carácter mismo del coaching, cuyo principal objetivo es motivar a sus participantes y sacar lo mejor de ellos en el plano individual o profesional.
Por el contrario, el psicólogo se ocupa de las emociones y de la salud afectiva y mental, a veces incluso desde un enfoque clínico. Busca las causas de los problemas y realiza una radiografía genérica del estado de las personas. Aunque comparten varias cosas, al coaching sólo le interesan elementos puntuales de esa radiografía, como por ejemplo la autoestima y el nivel de motivación, entre otros.
En el plano práctico, el Coach es un Observador Activo. Su labor consiste en cuestionar, interrogar y buscar las causas de una situación o estado de ánimo, aunque evitando sacar conclusiones por su cuenta. Será el propio cliente quien lo haga y a través de ese proceso dialéctico entre las dos partes.
Como mucho, el coach se encarga de mostrar el camino a la persona que tiene delante. Otras de sus principales funciones se pueden resumir así:
Ayuda a fijar metas individuales o profesionales. El coach no dice lo que alguien debe hacer o no. Simplemente, da pistas sobre el camino más adecuado a seguir en cada caso. No hay jerarquías ni él es la autoridad.
Proporciona un enfoque claro. Tomando como referencia las expectativas de cada persona en el proceso de coaching, ayudará a descubrir el enfoque profesional o individual.
Hacer de la persona alguien mejor. La motivación es la herramienta más empleada por un coach para que sus clientes se fortalezcan como personas y, a partir de ahí, alcance sus metas en cualquier otro campo.
Fomenta el aprendizaje continuo. El Coach sabe que todo es un proceso. El aprendizaje nunca termina, sea del tipo que sea.
Descubre nuevas habilidades en los clientes. Cuando la relación entre el coach y el cliente alcanza cierto grado de compenetración, es posible incluso que el ejercicio sirva para descubrir una habilidad, talento o destreza de la persona que hasta el momento había permanecido oculta.
Todos queremos encontrar el camino hacia el éxito y la felicidad y nos será mucho más fácil si contamos con una herramienta como el Coaching.